cuaderno de bitácora viernes 25 de abril. el hater
Que un hombre de cincuenta y cinco años tenga que ir a hacerse un testamento aparte de un testamento vital, es porque me gusta llamar la atención.
Algunos de los que han leído alguno de mis cuadernos de bitácora se cree con el derecho, y tal vez la obligación de manifestarse como si fuera un ente de más, y con su gran sabiduría sacada supongo de algún juego de rol, o de cuando compartían cromos en medio del parque, ha querido venir a decir que yo estoy intentando buscar casito.
Primeramente no conozco al " voy a ser educado" melindres con ínsulas de psicoanalista de wall street. Mire usted caballerete, tengo cincuenta y cinco años, soy tan adulto o más que usted,, y entre mis posibilidades como adulto puedo tomar la decisión determinar con mi vida cuando a mí me dé la gana, dado que es mía y únicamente mía.
Que no lo comparte, cuestión suya. Que cree que nos la solución. Repito cuestión suya. Que usted cree que es cobarde y una decisión poco meditada. Me reitero a lo anteriormente dicho cuestión suya.
Mis motivos son mis motivos, mi pesar es solamente mío mi dolor es solamente mío, y mis ganas de terminar con este sufrimiento es solamente mío. Entiendo que dentro de la ideología, teología, formación, incluso si me apura estupidez humana, se puede tomar la decisión que yo he tomado, respetando que a usted no le parezca bien. Pero fíjese que cosas, a mis su opinión no me importa, al igual que no me importa su vida, y de la misma manera que no me importa si usted quiere comprar dos metros de cuerda y buscar un olivo cercano. No me importa.
Es usted muy libre de hacer con su vida lo que usted quiera hacer,fuera parte de las molestias que pudiera causar, porque hombre no es lo mismo colgarse de un olivo que del medio de la autopista porque no está bonito.
No tengo porqué decirle nada pero sin embargo le voy a decir solamente dos cosas, me abandono, mi inanición, mi deseo de terminar con esto de una puñetera vez, no está influenciado ni por una secta, ni por una religión, ni por siquiera una reunión de vecinos.
Dentro de la libertad que tengo de sentir, soy una persona que tiene mucho sentimiento dentro, y aunque el arte hasta ahora ha sido mi día de escape, ya no me es suficiente.
Mi motivo, mi musa, mi necesidad, mi complemento perfecto, está en otro plano ahora mismo. Ella se ha ido y está libre de ataduras físicas y de problemas. Pues bien señor mío, y yo tengo las mismas ganas de seguir viviendo, como las que podría tener usted, te quiere pateasen los testículos con botas militares y guiputeras de acero, al menos dos veces por día.
Intentó ser educado, y por ello me he comedido bastante. Que usted no quiere leer lo que yo escribo, pues siga con su marca o con su crucigrama de los domingos. Qué cree usted que es pecado de infierno y que por lo tanto yo debería de bajar durante el resto de la asistencia en lo alto de un peñasco de cuatro por cuatro. Pues llámeme el principito.
Hagan el favor de mirar más por la felicidad de los suyos, por el amor con sus congéneres, por el respeto a las decisiones de las demás personas, y quítense la capa de Cid Campeador, que ni el Cid Campeador era tan maravilloso, ni es ni es como se pinta el personaje.
Déjenme tranquilo. Déjenme morir o vivir tranquilo. Déjenme hacer con mi vida lo que me dé a mí la real gana. Y si entre otras cosas yo comparto cómo va el proceso no es para que usted o ustedes los adalides del puritanismo, se pongan ahora a luchar como si esto fuera una guerra santa. Escribo por amor, desde el amor, y solo por mi amor.
Cuando yo me vaya ya tendrán tiempo de ponerme verde y de intentar por todos los medios cerrar el blog y quitar los contenidos. Yo no hago apología de ningún tipo y del suicidio ni del abandono ni de la depresión ni de yo no hago apología de ningún tipo. Partiendo de la base de que creo que las apologías solamente pueden ser expulsadas por bocas de personas que o bien pertenecen a una sexta, o bien tienen un problema mental.
Yo caballero a usted me dirijo, en este cuaderno de bitácora del viernes 25 de abril. Ya ha tenido usted su momento de casito.ya ha sido usted el del bombo que se ponía el abrigo allá en el falla o el otro que cantaba con un solo diente. Ya forma parte usted del circo mediático de la estupidez humana ahora y como es costumbre escribiré mi cuaderno de bitácora real, aquel que dedico a la persona que he amado .
Tenga usted muy buenos días.