Domingo de Ramos
Mañana hace un mes que mi mujer me dejó. Mañana habrá pasado el mes más difícil, largo y duro de mi vida.
Mañana será probablemente uno de esos días en los que necesitaré ayuda externa para poder soportarlo, y de esa manera no dejar que mi cerebro tome las riendas del asunto, porque no sería buena idea.
Hoy por el contrario ha sido un día de amor. Hoy he tenido la suerte y la alegría de poder tener mi momento de tranquilidad, para poder contarle a las dos personas a las que más quiero cuál es mi plan de vida.
He de reconocer que he tenido miedo a que no lo entendieran, y mis recelos hasta ahora han hecho que tardase casi un mes en poder decir con claridad que es lo que quería decir.
También ha sido un mes que me ha servido de autopsicoanálisis , de lucha continua conmigo mismo, de buscar el camino, de dejarme llevar, de pensar y no pensar. He abusado de las drogas legales para la relajación que me ha proporcionado mi médico de cabecera. Sé que si no lo hubiera hecho este mes probablemente habría terminado de otra manera, pero me ha dado el tiempo necesario para programar lo que creo que es, en buena medida, el momento, la forma, y la manera más adecuada de terminar con esta aventura.
Sigo en la misma tesitura.
Nada ha cambiado.
Pero a lo largo de este mes he visto evoluciones que me han gustado bastante. Por ejemplo que había ciertos artículos que necesitaba vender y ya se han vendido.
Aún quedan una serie de artículos todavía que quiero poner a la venta, y otros que por la importancia que tienen para mí y para mi propio corazón no me gustaría vender, y sin embargo tampoco tengo a quien donárselo, porque es algo muy especial, y como especial que es, es difícil deshacerse de ello.
Se trata de un volante Logitech g25 que me regaló mi amor, las primeras semanas de estar juntos. Ella sabía de mi pasión por los coches, por las carreras y por los rallies etc, y fue a la tienda sin que yo lo supiera y compró lo mejor que había en el mercado en aquel momento para mí. Ni que decir tiene que es un tatuaje en mi corazón, y por eso no sé qué hacer con él.
Lo podría vender, lo sé, además porque prácticamente no está ni utilizado, y es uno de esos volantes que aún mantienen bien el precio en el mercado, pero me da apuro vendérselo a alguien que no lo aprecie. Me quiero referir que podría ser perfectamente un sacapuntas, oh una hoja de posit, y tener el mismo valor para esa persona que para mí esos objetos, y no me gustaría la verdad.
Si lo vendiera el dinero que saldría de esa venta, probablemente sería parte de ese resto de dinero (que espero que me sobre) después de pagar todos los gastos necesarios de papeleos, incineración etcétera etcétera. Por lo que se convertiría en un dinero que serviría para alimentar un poco más el sueño de mi mujer, de darles un poco mejor de calidad de vida a esa asociación de carlinos, que pudiera encontrar por ahí. En definitiva eso es lo que creo que debo de hacer o lo que verdaderamente me gustaría hacer. Venderlo a alguien que verdaderamente lo apreciara, y utilizar ese dinero para algo que sea parte del amor.
Porque del amor vino ese regalo, y me gustaría que volviera siendo amor. Amor y cuidados a unos animales maravillosos que en su momento uno de ellos nos fue entregado por el karma o por el destino, o llámalo x, y nos alimentó de tanto amor, tanto cariño y tanta la compañía, que hoy a sabiendas de que ya hará a tiempo que no está entre nosotros, yo lo siento como si lo tuviera a mi lado, y mi compañera murió pensando que fue junto conmigo su mejor compañero.
Por otra parte tengo la suerte de tener dos buenos amigos, que harán posible uno de nuestros sueños, que es ponernos a descansar juntos en un lugar que para nosotros transmitía todo lo que es el amor, la ilusión, la esperanza y la vida.
Tengo dos buenos amigos que van a hacer posible ese sueño que ambos compartíamos. Descansaremos juntos para siempre.
Y eso es todo lo que tengo que decir por hoy. Ilusión eso es lo que siento, alegría porque por fin se va allanando el camino. Y que espero que después de la semana Santa y pueda hablar con la notaría, todo quede absolutamente claro para poder terminar de vaciar el saco de la vida.
Mañana será un día muy difícil para mí. Espero que entendáis que a lo mejor no hay cuaderno de bitácora.
Abrazos.