cuaderno de bitácora jueves quince de mayo año 2025. De aquellos cuervos estos llantos.
Aquí estoy amor mío, una página más. Una cuartilla de poder expresar todo mi amor por ti y cuánto te echo de menos.
Hoy ha habido un momento mágico. Un momento de esos que te hacen creer, aunque por lo menos te da la esperanza de que algún día ciertamente estemos juntos.
Que por qué digo esto? Porque yo también he dudado. Yo también he pensado que después no hay nada salvo el silencio. Y aunque yo he pensado solamente durante unos escasos minutos, me ha creado tal desesperanza que la losa que me aprisionaba al pecho, parecía hecha a mi tamaño a mi forma.
Y tras dudar sufrí. Pero no por haber dudado de que pudiéramos encontrarnos como siempre había pensado, sino porque esa duda hace fuerte el miedo, y las dudas refuerzan la angustia.
Sin embargo como no podría ser de otra manera, de nuevo me has tenido que demostrar, que el camino que tengo que andar, no aunque se me haga muy cuesta arriba y sea muy difícil, es el correcto. Qué posibilidades había de que entre todo el tiempo del mundo, y todos los canales del mundo habidos y por haber en plataformas, y de todas las cantidades ingentes de contenido que tienen, cómo podría ser si no hubiera sido gracias a tu intercesión y al karma, que hoy hubiera escuchado como he hecho ese pequeño fragmento, escrito maravillosamente interpretado de una manera tan dulce, que hablaba de mí certeramente, como si lo hubieras escrito tú misma.
He de reconocer que ha sido un martillazo en el corazón. Porque no me lo esperaba. El día a día me estaba llevando por otros derroteros, más por el pensar de lo que espera cuando llegue el momento de pasar por el tribunal médico, y la preocupación que eso me conlleva. Incluidos los nervios que me han obligado a ponerme hoy aprueba una vez más. Porque sabes lo mismo que yo que el daño existe, pero en ocasiones se esconde detrás de la preocupación, del miedo a que de nuevo vuelvan a valorar según un criterio que nada tenga que ver con el problema de la espalda.
Y me he vuelto a poner a prueba. Bien es cierto que llevaba prácticamente todo el día bien, salvo por las pequeñas consecuencias que ella se van viendo, como las pérdidas de equilibrio, ese trastabiqueo que en ocasiones se me hace difícil controlar, y el tiempo que puedo permanecer de pie estático. Hoy lo he llevado un poco más allá. Gracias a la medicación que me está dando Fermín me encuentro bastante mejor del dolor, y me da miedo que me lo esconda, que me lo tenga tan profundamente guardado que a la hora de la valoración no quiera salir.
Es como cuando se lleva un coche al taller, de pronto todo funciona perfectamente. Luego sales por la puerta del taller y el fallo sigue ahí pero nunca muestra la cara cuando debe. También está todo lo demás pasado, las pruebas, los diagnósticos, los tratamientos, y que ya han pasado muchos años. Desde el seis del cinco del año 2019 hasta la fecha, hemos pasado por muchas cosas hasta poder llegar ahora a la valoración por parte de un médico de una seguridad social. Los daños siguen ahí pero adormecidos, y hoy he querido despertarlos un poco. Con miedo a que por el hecho de despertar se volvieran como los dragones imposibles de controlar, así que lo he hecho a modo experimento. Una fregona y una habitación.
Tras el pequeño esfuerzo ya notaba tensión en la espalda, y para no empeorar mucho la situación me he pasado dos horas pintando de pie en el caballete. Al acostarme la vértebra evidentemente me ha dicho estoy aquí, muy mitigada porque la medicación es muy muy fuerte. Pero sigue estando ahí. No es un mal sueño ni una interpretación por mi parte de lo que podría ser el dolor y solamente fuera una molestia. Verdaderamente no me estoy engañando a mí mismo. La lesión está,preparada y dispuesta para en cuanto le haga más mínimo esfuerzo, dar la cara según lo que le permite dar la cara la medicación que tomo. Mañana que vienen temprano los pintores, léase la retranca de mis palabras, porque después de tres o cuatro meses de espera decir que vendrán temprano es como el chiste de los garbanzos de Paco Gandía.
Cuando terminen tengo pensamiento de salir a caminar un rato y despejarme, porque llevo ya varios días encerrado en el piso de nuevo, a consecuencia más bien de intentar avanzar un poco con las cosas que hay dentro de la casa que tanto me preocupan, y que gracias a el corazón tan maravilloso de Ana dejan de preocuparme en cuanto hablo con ella. Es tanto el peso que me pongo sobre mis hombros que no recuerdo que tengo a quien me pueda ayudar, y cuando encuentro la bondad, me cuesta no derrumbarme porque yo tal cantidad de estrés y sobrecarga en mis hombros, que ya me cuesta mucho confiar en la gente. Me vino muy bien poder hablar con ella, porque ambos tuvimos la posibilidad de sentirte y recordarte como te mereces. Ambos tuvimos la oportunidad de poder de poder hablar de lo maravillosa que eres, gracias por esa corrección, porque para bien todavía eres maravillosa, y no dejarás nunca de serlo porque para mí sigues formando parte de mi alma. Y mientras eso sea así, no te creeré nunca tan lejos como para no poder hablar contigo.
Como te decía mañana daré un paseo para despejar mi cabeza y sentarme en el consultorio un rato, aprovecharé que puede que esté lloviendo y ahí me podré guarecer, y aunque no las tengo todas conmigo porque no sé si estará Fermín de consulta o no, quisiera pensar que sí para poder hablar con él un rato cuando termine con sus listados de pacientes. Primero porque nuevamente la medicación ha vuelto tras tocarse en la farmacia, también estaba esperando a que pensara sobre un medicamento que quiere que pruebe, que me permita evitar el dolor y a la vez poderme mover para hacer el viaje que queremos. Y mañana hablaremos sobre ello. Sé que no le va a gustar que vuelva de la misma manera que me marcho siempre, con la idea preconcebida de acabar en tus brazos, pero como hay tanto tiempo por delante, pensaré en que él crea que yo puedo cambiar de pensamiento y buscar una vida más allá de terminar como quiero. Y dijo que dejaré que él lo crea, porque yo lo tengo muy claro.
Serán meses amor mío. Meses de sufrimiento, meses de ir perdiendo facultades, hablaré con Fermín también para ver de qué manera podemos tener control sobre los distintos aportes necesarios que pudiéramos tener, para llegar a ingresar en el mejor de los momentos, y para que haya posibilidades de utilizar muchos órganos que otras personas necesitan.
Intento hacerlo bien amor mío, por ti por mí y por todos. Pero yo no quiero seguir viviendo en esta soledad sin tu compañía. Porque sobrevivir no es vivir feliz, este mundo se viene para ser feliz. Yo ya lo he sido y mucho, gracias a ti puedo decir que habrá muy pocas personas en la vida que pueden llegar a sentir tanto amor por una persona, eso es algo que te agradeceré todo lo que me quede de vida. Y me dará la ilusión cuando me vaya a marchar te encontraste esperándome, y si no como decía la letra de esa tonadilla, que me lleven los cuervos volando hasta ti.
Te quiero con toda mi alma vida mía. Y sé que me repito mucho pero es que no ha habido cosa más bonita que haya parido una madre, así lo siento, así te lo he dicho millones de veces, y así te lo digo a las imágenes que veo de ti cada día. no dudes en que no sea una de las primeras cosas que te diga cuando de nuevo llegue a volver a verte.
Mañana te escribiré con cosas nuevas o con cosas viejas, pero siempre con el corazón.
Te amo bichito mío.
Tú y yo juntos contra el resto del mundo.