cuaderno de bitácora lunes doce de mayo del 2025. Todo viaje comienza con un primer paso

Cuarto intento amor mío. 

Cuatro han sido las veces que he empezado esta carta. Y no porque sea lunes ni porque tenga la cabeza dispersa, sino porque todo el mundo tiene muchas cosas que decir, y yo no tengo ganas de perder el tiempo escuchando. 

 Hoy mi cerebro está un poco cansado y no hace más que filosofar sobre conceptos vacíos carentes de importancia.

He dedicado el día a la limpieza de una sola habitación, con sus cambios de muebles y posiciones etc. Sabes que tú y yo lo hacíamos bastante a menudo, porque no nos encontramos bien y que lo usábamos como una especie de terapia para intentar encontrar un camino mejor. 

El esfuerzo ha servido para cansarme, para quemar más calorías que es importante cuando lo que buscas es terminar lo antes posible por inanición. Pero también me he dado cuenta de que el trabajo que te cuesta intentar encontrarte bien en un lugar donde no te encuentras bien, porque tú mismo no te encuentras bien, no solamente es un trabajo y un tiempo perdido, sino que además es un tiempo que no has dedicado a algo que probablemente sería más necesario, pese a que el tema de la salud y de la limpieza es algo importante y necesario. 

Hoy amor mío me he encontrado otra vez como pollo sin cabeza. Porque hay muchas cosas que dependen de terceros. 
Hay un montón de cuestiones que se tienen que solventar por sí mismas o bien por el paso del tiempo, y en ocasiones ya sabes que no me gusta perder el tiempo en tonterías. También sabes que soy impaciente con mis cosas, y en este caso mis cosas es lo único que nos queda. 

La verdad es que hoy necesitaba salir de la rutina habitual, dejar aparcado un poco el proceso de finalizar con esta vida. Curiosamente es algo que retomo rápidamente en cuanto llega el monstruo de arriba, porque es empezar a desbaratarlo todo y pensar rápidamente en la muerte.

En la muerte de quien sea me da igual. Puede parecer que soy demasiado ogro si lo digo pero coño! hay veces que la vecindad es una maldita pena de cárcel. 

Que tiene que ser muy fácil ser un padre moderno, dejando que los niños hagan lo que le salga de los mismísimos, sin importar a quien molesten y sin importar a quien estén jodiendo la vida. Y si! He dicho jodiendo la vida! Porque para mí ahora en este momento en la lucha que tengo en mi cabeza lo que menos me viene bien es el grito, el porrazo, las carreras, los llantos, y ese puñetero sin vivir, que viene curiosamente en los últimos momentos que quiero dedicarle a mi vida. 

Vamos a ver si podemos dejar que la gente se muera en paz de una vez!
 Que todos somos vecinos maravillosos e increíbles cuando nos encontramos en las escaleras, pero cuando empieza el ruido y el griterío taladra la cabeza de una persona que tiene graves problemas mentales, pueden ocurrir cosas. 
Y a veces esas cosas son las que salen en esos telediarios que veis. 
No hay que llegar hasta el punto de estar loco, basta con que haya una tortura diaria, continua, constante y con la posibilidad de ser controlada, pero somos padres modernos. 

Vale! Yo no soy un buen ejemplo como ser humano dentro del ámbito de la creación. A mí me gusta crear en papel. Cuando el niño se hace tridimensional y tiene inteligencia artificial propia se me hace bola.

Por supuesto solamente se me revuelve el estómago con los que son dignos merecedores de un alpargatazo en la boca, pero eso está mal dicho, porque los niños no se les debe de pegar. Aunque te den ganas de tirarlos por la ventana. Pero no está bien. 

Por lo demás son gente maravillosa. Demasiado vivos para mi gusto, pero maravillosa. Demasiados viviendo en un solo piso, pero maravillosa. Demasiado poco sentido de sociedad comun y compatible, pero maravillosa.

Eso es lo que la gente dice cuando le pregunta alguien con un micrófono, era gente maravillosa, no sé que les habría podido pasar.

No me hagáis mucho caso hoy. 
El dolor de la espalda cuando llega a un punto en el que se vuelve tan insoportable como el monstruo de arriba, hace que deje de ser una buena persona para convertirme simplemente en un ser humano. 
Aunque la humanidad perdiera todo mi respeto ya hace años. 

Hoy hubiera sido un buen día para que me hubiera dado un infarto, y lo digo sin acritud. Hubiera sido un buen día como cualquier otro. Y si además es así como que de golpe y porrazo, chica a nadie le amarga un dulce. 

Creo que he quemado bastantes calorías hoy, y es muy probable que mi mal humor venga a consecuencia de todo eso. Hay que tener en cuenta de que intento mantener un ritmo que me permita hacer lo que tengo que hacer, antes de que la cuesta abajo se haga bastante empinada. Y hoy no he gestionado bien el gasto y la recuperación. 

No lo hago todos los días porque no lo puedo hacer, y esto es algo que los que tenéis hernias en la espalda lo sabéis bien. Una fregona y hacer una cama puede llegar a ser un suplicio, como intentar frenar un autobús con los dientes. Y después los analgésicos tampoco es que hagan una labor muy meritoria, para mantener el cerebro cuerdo, dentro de lo poco que se puede. 

Mañana debería de hacer limpieza en otra de las habitaciones y aprovecharé para que sea una de las pequeñas, porque estoy temiendo el momento del salón y el momento del cuarto de las cajas. 

Aún sigo buscando ong que se quieran hacer cargo de todo el menaje que tenemos aquí, olla rápida incluida.
Estaría muy bien si pudiera ser pues algo así como médicos sin fronteras, y que llegaran a donde verdaderamente son necesarias,  y no  venderlo en la chatarrería.
Se trata de darle una segunda oportunidad a esas cazuelas, a esas sartenes, y en definitiva a ayudar a la gente. 

Mi amor he conseguido llegar hasta las nueve menos cinco. Ya si es momento de comerse uno o dos yogures. 
Porque además tengo ahí la medicación que tengo que tomarla y eso no se alivia si no es con más medicación, si quiero mañana poder seguir haciendo todo esto lo que estoy haciendo. 

Y sabes una cosa vida mía? Que crear una vida, comprando las cosas en su momento porque las necesitas, y buscarte la vida para tener calidad de vida valga la redundancia, es un trabajo muy pesado y difícil. Pero intentar cerrar el proceso de la vida bien, sin dejar ataduras, malos rollos, o regalitos a quien no se lo merece, joder! Cuesta el doble! 

De verdad te digo que morirse bien es un trabajo que está muy mal pagado eh? 

En fin mañana te daré otro toque y charlaremos otro ratito espero que de algo interesante.

 Ahora es cuando nosotros nos acostabamos, y vivíamos ese momento de felicidad maravilloso, que era rozar nuestras piernas y decir, pues ya estamos en la camita. 

Te quiero amor mío. Te quiero mucho mucho mucho mi amor. Y no te preocupes si me ves derrumbarme de vez en cuando. Nos hemos amado mucho cariño mío, y no podría ser de otra manera. Hay muchas cosas a lo largo del día que hemos compartido, y en algún momento esa pequeña cosa me la vuelvo a cruzar y me hace caer. 
Es lo que tiene amar mucho.

Hasta mañana mi vida.

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