Cuaderno de bitácora_ El maldito
Voy a empezar como empiezo siempre.
Hola mi amor.
No quiero compartir mi tristeza, porque veo que bastante triste está el mundo por cosas terribles y dolorosas. La gente se ha vuelto loca. Quien sigue pensando que tiene la fuerza porque tiene las armas, no tiene claro cuánta fuerza puede llegar a tener un pueblo harto de que la pisoteen la cabeza.
Muchos han caído desde sus pedestales, y seguirán cayendo porque mientras, sigamos mirando los muertos bajo sus sábanas a veces impolutas, sin preocuparnos que debajo está una niña de solo ocho años, un señor frutero de toda la vida que lo único que hizo malo fue reír demasiado, una mujer cuya afán era ser madre, un padre que perdió de la mano al hijo que ahora descansa también a su lado.
Historias que pudieran parecer renglones simplemente escritos, pero que cuentan la vida de quienes no han llegado a vivir.
No pongo el punto de mira ni hacia un lado ni hacia el otro. Ya se pasó el tiempo de culpar a los culpables. Somos una plaga para nosotros mismos y para todo lo que nos rodea. Y no importa el grado de bestialidad con el que una persona se puede llegar a vestir, porque siempre puede haber alguien más bestia que el primero.
No es necesario mirar muy lejos. Lo tenemos cada año en las costas españolas. Lo tenemos cada año en cualquier diario de tirada nacional e internacional. Lo tenemos en los discusiones de bar, incluso de rellano de escalera.
Que asco me da esta vida! Y qué largo se me está haciendo apagarme! Ya apenas os leo a ninguno. Porque esta red social igual que todas las demás empezaron siendo un suelo recién pulido, y de tanto entrar con las botas llenas de barro, ya no distinguimos el color de la solería.
Algunos con los que he tenido la suerte y la gracia de entablar conversaciones, veo con alegría que seguís siendo referente del humor y de la humanidad. Adoro ver fotos vuestras y de vuestras mascotas. Aplaudo desde mi aislamiento vuestros avances y vuestros triunfos. Y aunque la vida nos haga ser a todos un poco distintos, me alegra mucho haber pertenecido al bando en el que vosotros estéis.
Mi día a día va siendo cada vez menos interesante, tanto que vuelvo de nuevo la psiquiatría, y espero que esta vez no me toque la psiquiatra de la otra vez porque no tengo paciencia para estar escuchando sus reproches hacia mí. Tampoco quiero que me borren el dolor como si fuera una goma sobre el grafito, porque me niego en redondo a sobrevivir simplemente. Yo no tengo la fuerza que tenía mi mujer, y creo que por eso hacíamos tan buena pareja. Ella entendía que mi resistencia nunca fue digna de alabar, pero por otro lado siempre tuvo una palabra cariñosa cuando veía que me era imposible mantenerme impasible.
Yo por mi parte con ella lo perdí todo, y nada de lo que queda me interesa. Ni de lo que queda aquí ni de lo que queda fuera. Porque para mí el ser humano descansa junto a mi cabeza metidita en una urna muy fea. A la que quiero hacerle algo para decorarla porque, sé que no está a gusto ahí dentro. Al igual que se que necesitaba cambiar de posición los muebles, cada poco tiempo porque se agobiaba. Haré por probar el aerógrafo y mejorar un poco su estancia.
Una cosa curiosa que quería comentaros, siempre y cuando lleguéis a leer esto, y perdonadme si lo dudo. He encontrado unas maravillosas urnas de papel, fabricadas con papel reciclado, con distintos colores y se les puede poner algún mensaje. Lo mejor de todo es que las hay de tamaño grande para dos personas. Son totalmente biodegradables, y aunque no tengo muy claro si se podrá o no se podrá tirar al mar, creo que ese tipo de material no deja ningún tipo de resto por lo que se abre para mí, un nuevo reto de averiguación y de búsqueda.
Si alguno de los que llegáis aquí sabéis algo del tema por favor os pediría que en la misma red social donde lo cuelgo, pongáis vuestros conocimientos o si hay algún punto donde yo pueda empezar a tirar del hilo, para que cuando llegue el momento, ambos seamos un pasajeros en la misma urna de papel.
Y ahora me toca pelearme con todas las compañías de decesos. Porque todas quieren sacar tajada de una situación que yo no quiero. Ni quiero que haya responso, ni quiero que haya tanatorio, ni quiero que haya nada más que horno crematorio y punto.
Sé que de por ley están obligadas a facilitarme ese último recurso, pero en la obligación de facilitarme el recurso y de utilizar el tipo que yo quiera de una, me encuentro siempre con pegas y problemas que no existen.
Para qué quiero yo las compañías de decesos? Pues simplemente para que tramiten mis papeles de muerto. Para que metan mis cenizas dentro de la bolsa que yo les voy a facilitar, para que luego un amigo íntimo pueda reunirme con mi mujer, y al gusto del disgusto tirarnos allá donde le plazca, si es en el mar mejor, que la tierra está llena de cabrones.
Hoy creo que habrá segunda página de mi cuaderno de bitácora. Porque no os estoy contando lo maravillosa que es mi mujer aún estando tan lejos. Estamos ayudando a muchísimas personas gracias a las donaciones. También estamos ayudando a nuestros amigos los peludos con los que tenemos una gratitud infinita.
Aún me quedan cosas por donar, y tres o cuatro cosas por vender. Que porque vender y no donar? Porque nadie me ha comentado porque necesita lo que pongo la venta. Tal vez si su causa y mi causa se parece en algo hablaríamos de donación. Pero no me gustan los que vienen solo para sacar dinero, sin necesitarlo para nada.
Amor luego te escribiré otra vez. Hoy me está ayudando mucho el lorazepam y el lormetazepam, y es probable que a lo largo de la tarde me quedé dormido, pero dormido se pasa mejor cuando se sufre.
Luego te veo amor mío.