cuaderno de bitácora sábado 17 de mayo.

Hoy amor mío, tengo que empezar pidiendo perdón. 

Creí que podría.

De verdad te juro que en cierto modo pensé que tenían razón, y que tenía que darle tiempo a todo esto para que bajara la marea, y poderme enfrentar al día a día, con ciertas expectativas de poder triunfar, para encontrar mi sitio en la vida. 

Creí de verdad que la gente tenía razón. Y compré pensando en que podría ser una bonita aventura, lo de hacer el último viaje (o nuestra última aventura), esa estación de carga sus placas solares y sus demás tonterías. 

Creí de verdad te lo juro, que podría montarme en el coche y lanzarme como en su momento se lanzó Don Quijote, a vivir la aventura de la locura que tenía en la cabeza. 

Creí por un momento estar tan vivo, como para que me importase "vivir  la vida".

De verdad te lo digo!

Llegué a pensar que tenían razón al decirme, que tenía que darle una nueva oportunidad a la vida, (pese a todo lo que ha pasado) porque es algo por lo que todos tarde o temprano tenemos que pasar. La pérdida de un ser querido.  
Y llegué a pensar también que el duelo, esa palabra que lo engloba todo desde el dolor, la desesperación, la soledad, el asco por vivir, el sufrimiento por seguir vivo y la aceptación de  tu perdida, era como una enfermedad que se curaba con el tiempo. 

El duelo es simplemente eso. Una palabra. Y sus síntomas se llaman sufrimiento.

Pensaba que tal vez tenían razón al decir que dentro de la vida que habíamos vivido, mi obligación para contigo era, de procurarte los mejores momentos dado que eras mi pareja. Y que tras pasar por el mal trance de perderte, mi obligación pasaba a ser para conmigo, porque al parecer según lo que todo el mundo me cuenta, hay que vivir la vida que te ha tocado. Independientemente de si es una vida feliz o no. 

Y te juro que los creí! 

Te prometo con toda mi alma que salí pensando, que el camino tenía que continuar, porque tú así lo querrías. Y que yo sería muy miserable, a la par que un egoísta sí tómase la decisión de no querer vivir, solo porque no te tengo al lado. Como si yo fuese un crío inmaduro que tiene una rabieta.

Yo creo que lo que tú querrías para mí es que fuera feliz. Es lo que yo querría para ti.
Lo único que siempre he querido para ti es eso, tu felicidad y tu salud.

Lo segundo ya no lo tienes. 

Y lo primero que es verme a mí feliz, tampoco. Por lo que no sé de dónde se sacan eso de qué "lo que tú querrías es que yo viviera la vida".

Tampoco estoy diciendo que tu deseo (si pudieras mostrarlo ahora), fuese que yo me muriera y terminase todo esto ya de una puñetera vez.

Voy a intentar explicar de una manera racional aunque pueda parecer una especie de galimatías qué es lo que creo que tú habrías querido de verdad para mí. 

 Se equivocan al decir que tú lo que querrías (para mí) es verme feliz, jugando la carta de lo que pudiera venir en un futuro. 

Tú habrías decidido (o pensado por lo menos, ya que yo lo habría hecho también de estar en el sentido contrario), es que yo pudiera hacer de mi vida lo que yo quisiera, si con ello me siento feliz. 

Yo después de analizar todo lo pasado contigo y sin ti, incluido lo anterior a nuestra relación, sigo pensando que no me merece la pena el intentar darle otra oportunidad a la vida, si mi felicidad era la vida  que tenía contigo. 

Parece incongruencia pero es una realidad. 

Si yo quiero ser feliz, no puedo seguir viviendo una mentira.

Tengo que ser consecuente con mis decisiones, y tengo ante todo que ser sincero conmigo mismo. No puedo vivir bajo la apreciación de la vida que puedan tener los demás. Ni sobre mi, ni sobre nadie.


Hoy la página del cuaderno de bitácora, vuelve a ser un mero trámite de aceptación por mi parte. Es cierto que las dudas que se me han planteado me han hecho pensar desde otra perspectiva toda la situación que estoy viviendo tras tu partida. 

Siempre te dije que yo vine a este mundo para estar contigo. Esa es la mayor verdad que siempre he tenido sobre mis dudas existenciales.

Estar contigo es mi manera de ser feliz. Así que ya no volveré a creer en nadie más que en mí mismo.

Seguiré haciendo lo que me hace feliz, que es seguir caminando hacia ti.
En cuanto vuelva a estar a tu lado, volveremos a ser felices los dos y entonces habrá tenido sentido la vida.

Te quiero amor mío. Con todo mi corazón.


Entradas populares de este blog

he decidido irme.

no es cuando yo me vaya. es. que ya me he ido._ cuaderno de bitácora

cuaderno de bitácora. lunes catorce de abril.