cuaderno de bitácora sábado tres de mayo dos veinticinco
Creías amor que iba a dejar pasar un solo día sin hablar contigo?
Es cierto que ya son las 6:35 del domingo día 4, pero todavía cuenta como el día tres, ya que como muchas veces hemos dicho hasta que no nos acostemos y nos levantemos seguimos en el día anterior.
Querido amor mío ha sido un día difícil y largo sin ti, otros de esos días en los que el subconsciente juega con mi cabeza, y donde creía tener una decisión ya tomada, he vuelto otra vez a encontrarme con las dudas.
Cada día que pasa es una prueba más. Lo que hoy es claramente positivo, en pocas horas se transforma en algo no solamente negativo, si no si no autodestructivo.
Hoy he vuelto amor mío a pensar cuál es el mejor final o el peor según se mire, para no dejar pasar la oportunidad de terminar este mismo año junto contigo. Van avanzando las cosas y sin embargo nada evoluciona. Procuro que todo lo necesario sea realizado dentro de una norma establecida de caridad amor y buenos deseos, pero no sé si por la medicación, o por mis repentinos golpes depresivos tan inmensos, el tomo sedal, y lo que en su momento me parecía una buena idea, ahora intento desecharla para volver a aquellos tiempos te hace escasas semanas, donde mi muerte era lo único que conseguía desear.
Hoy sábado día 3 de mayo se sumará el domingo día 4 de mayo, como dos fechas inútiles que no sirven absolutamente para nada. He realizado algunas compras que me servirán para poder realizar ese viaje que quiero hacer contigo, compras que luego se venderán para darle otra utilidad a ese dinero. Y sigo en la tesitura de vender o no la silla de ruedas. Me han propuesto donarla a la Cruz roja, pero ya sabemos cómo me trató en su momento la entidad, como le sacan beneficios al alquiler de la sillas de la gente necesitada, inclusive como venden los decilitros de sangre cuando son necesarios para la subsistencia.
También creo que por otro lado, aquellos que se dedicaron a hacerme la vida imposible y a robar de la entidad ya llevan bastante tiempo como tú, fuera de este nivel. Ojalá en una frecuencia donde hayan tenido que pagar todas sus desmanes y sus desvergüenzas.
Por eso aún no desecho la opción de la Cruz roja siempre y cuando lo lleve yo aquel departamento donde en una primera instancia te dieron una silla como para cuatro.
Quiero hablar de primera mano cuando era encargado del mantenimiento de esa maquinaria, con el responsable o la responsable del reparto de las mismas, y cerciorarme de que en este caso el buen corazón es lo único que les debería de mover.
El lunes empezaré también con el transporte de las cosas para los animales, sé que no me vas a decir que no, y que aunque la libertad económica de la que disponíamos ya no es la misma, he aprovechado una pequeña oferta que encontrado de juguetes para perros. Porque por muy viejos que se siempre serán niños que necesitan jugar.
Manolo me propuso que se me quedaba en el love como ayudante de terapia me hiciera cargo de alguno de ellos, y aunque sé que ninguno de ellos podría ser como unos nuestros, en un primer momento me sentí tentado a aceptar su propuesta.
Ya que económicamente es muy beneficiosa para mí, pero la crisis ha vuelto y mi maldito dolor de cabeza con ella.
Ya no me parece tan buena idea porque vuelvo a tener otra vez la necesidad de terminar. Y eso no se lo puedo hacer a mano. Y menos en su casa.
Cuando el viaje termine decidir lo mejor para mi salud mental. Porque me estoy volviendo loco. Y no me puedo centrar sin ti.
Hasta que el cuaderno de bitácoras del sábado día 3 de mayo.
Mañana procuraré hacerlo antes.
Te amo con el corazón vida mía, como jamás he amado a nadie más. Y como sé que jamás podré volver a amar a nadie.