cuaderno de bitácora viernes 2 de mayo del 2025

Dos mil veinticinco. Qué año más extraño y a la vez tan atrayente verdad?
Sabes una cosa amor mío, que estoy deseando de darnos ese viaje como cuando no nos planteábamos nada y salíamos con una aventura maravillosa que recordar. 

Tengo ahí chorro cintas mil cajas, con distintas cosas materiales y objetos de lo que hemos sido guardando durante años. Todas las cajas van a tener un destino. Todas y cada una de ellas servirán para ayudar y para hacer la vida más fácil a personas y animales. 

Ayer amor estuve leyendo sobre el tema del desapego. Te acuerdas cuando vivíamos y dormíamos encima de un tatami, porque yo siempre había dormido el suelo duro y tú sin llegar a sopesar nada, automáticamente te acostaste a mi lado siendo la primera vez que dormías en un lugar tan duro. 

Recuerdo los días siguientes, en los que eras una alcayata. Yo te decía una y otra vez pero cariño súbete a la cama tienes una cama y maravillosamente grande para ti sola. 
Tú solamente querías dormir conmigo. A pesar del dolor de las agujetas y de que nunca la habías hecho anteriormente. 
Poco a poco te fuiste acostumbrando. Poco a poco de tu espalda se fue haciendo cada vez más dura, tu columna iba cogiendo unas posturas cada vez más cómodas para ti, e incluso iban desapareciendo los problemas del cuello.
Recuerdo que durante estas semanas me pegué horas y horas dándote masajes para recolocarte toda la musculatura y que cada una de las inserciones de sobre todo la zona real lumbar y cervical no acabara siendo aún trapo. 

A mí me gustaba mucho masajearte, te conocía perfectamente, y cada uno de estos músculos me hablaba con toda la sinceridad. 
Cuántas veces nos dijeron lo mismo mis padres que teniendo una cama de matrimonio y en grande durmiéramos en el suelo en medio de la sala, y mi padre tenía una frase de lapidaria y magnífica que decía quién tiene cama y duerme en el suelo que le den por culo. 

Ya cuando llegó el verano y ya estábamos adaptados a las durezas e inclemencias de las posturas, nos dimos cuenta de que descansábamos mejor en el tatami, de que incluso el calor bastaba con sacar una pierna y ponerla encima del suelo fresquito para no necesitar ni Aires ventiladores ni ningún tipo de artilugio. 

Eso sí siempre nos gustó dormir tapados. 

Te acuerdas mi amor cuando vivíamos arriba, qué gran placer era que llegara agosto y seguir con el edredón? Porque tú siempre dormías con una camiseta porque te dan frío en los riñones, pero jamás perdonabas quitarte las bragas. Al igual que yo que jamás conseguido dormir con ropa, por mucho que tú insistieras que en el invierno hacía demasiado frío. Aquello nos apretaba más, y hacíamos de una cama de uno cincuenta, una descasamente metro y medio. Y qué gusto. 

Desde que te fuiste, he sido incapaz de ocupar tu espacio, ni siquiera con una pierna, más bien todo lo contrario. Me he acostumbrado a hacerme como hacías tú, una oruguita que se arremetía la ropa por todos lados, y se quedaba a la misma posición toda la noche, salvo cuando te daban esos golpes de calor, que venías a buscar mi fresquito. O cuando tenías frío. Y siempre encontrabas mis pies calientes. 

Esa es una de las peores cosas con las que tengo que convivir. 

Hoy he tenido una conversación con mi propio cerebro, porque sinceramente ni la espalda me permite hacer nada, aunque a veces mejor pero claro abad se desprendizonas y subir el tratamiento un huevo, y tú me ves que voy dando cabezazos por las esquinas. Se me va el cuerpo. A veces me tiemblan las manos, sobre todo cuando intentó mantener quieto el móvil para poder anotar algo. Y me acuerdo de ti. 

No es mucha prednisona ni por asomo. Comparado con lo que te da menos a ti es un vaso de agua, y bien es cierto que me quita el dolor de la espalda, bueno digamos que me ayuda más a que el resto de medicación haga más efecto. Pero por desgracia me me adormece, a veces me despierto a las 8 de la mañana con un cuerpo totalmente funcional y a las nueve y media ha vuelto a caer y no me he dado cuenta que hasta los cuatro no me he despertado. Luego viene la complicación de intentar dormirse claro, y son las seis de la mañana y no lo he conseguido. 

Sabes mi vida? Me gustaría ahora que he vuelto a empezar a meditar, tener algún viaje astral como tuve en sus tiempos de juventud, en los que he notado como conseguía salir de mi propio cuerpo con la libertad y el miedo que eso conlleva, y aunque mucha gente piensa que es simplemente una paranoia o tal vez quien dice un resquicio de un cerebro destrozado, para mí me ayuda. Me da esperanzas de volvernos a ver. 

He vendido muchas cosas de las que teníamos aquí, pero económicamente no es nada importante. Ana me ayuda con el tema del alquiler, y supongo que dentro de poco tendré que ir a hablar con ella a consecuencia de todo eso. Porque aunque son solo 380 y hay tantos euros, es un piso demasiado grande para poderlo mantener yo. No consigo mantenerlo limpio, no consigo tener una rutina, y lo que es peor cada vez me gusta menos estar aquí. Porque cada pomo es un recuerdo, cada ducha que me doy veo tu banquito, y me siento culpable porque eres tú la que te tenías que duchar siempre antes. 
Perdóname pero no sé qué hacer con las estanterías tuyas y todos tus cosas. Todas las cosas que tenías era la ambulancia las cremalleras, los siglos tus pequeñas cositas. aún no sé qué hacer con eso. 

Problemas mira he cogido tres o cuatro toallas de las mejores que teníamos, aún no sé qué hacer con las sábanas de invierno, y de las de verano me he quedado con las últimas que compramos que tanto nos gustaban. Con las del búho. 

Lo demás incluidas las mantas buenas y las grises y las de colores y todas las demás están en cajas, iban a ir camino a la protectora de Jaca. 

Sí lo sé es un camino largo y complejo para poderlo hacer con la cabeza como la tengo, pero también voy a coger el congelador. Ese congelador que vino de tara de Sevilla, y con todos los sabios y todas las cuestiones que tiene dentro, voy a hacer un paquete. Después me llevaré a cualquier chino y compraré pero titas y tiradores y gomitas y algún que otro collar y correas, y lo llevaremos tú y yo, para intentar darles un poco de alegría este juego, de ilusión, ella que viven en jaulas, que por lo menos recuerden, que un día un señor que vino con una botella verde grande, les llevo juguetes. Porque se lo merecen también. 

Me causó mejor sensación hablar por teléfono con la chica de Jaca que con la chica de aquí de Monzón, además es un viaje que me apetece dar, y sé que a ti también. Y ahora ya no te va a molestar la presión. 

Personalmente me estoy deshaciendo de tantas cosas, aunque conservo tus camisetas de dormir, esa transparente que tanto me gusta, y sobre todo conservo la cabeza en su sitio, porque aunque pueda parecer una locura y dentro de unos seis meses haga frío y puede que lo pasé muy mal, aun tengo el cortavientos, y sobre todo ese chaleco maravilloso que me hiciste a punto. 
También me ha adueñado de tu gorro gris. Me gustó más vestir con tu ropa. Y de hecho aquí a mi lado está la camiseta de carpe diem envuelta en una almohada, donde todavía consigo encontrar tu olor. 


Así que no me reprendas, que tengo ropa suficiente salvo por las queda las chanclas que no me la sé que he comprado todavía, tengo mucho trabajo pendiente todavía eh vender cobre y todo lo que tenemos aquí, y tengo una terrible una sensación de miedo, porque el tiempo pasa muy rápido, y tú te moriste en una bonita luna plateada de carnaval. El tiempo pasa tan rápido. 

Cuando hagamos el viaje antes de partir quiero hablar con Ana, a ver en qué situación nos queda el tema económico porque con mi ayuda no podría pagar siquiera el teléfono, por muchas cosas que esté vendiendo no conseguiré llegar a fin de mes. Hablé de nuevo con Manolo. 
Me propone dejarme el loft que tiene debajo de la casa de vespén, ya sabes a consecuencia de que lo mantenga más o menos en condiciones y habitable. Sólo quiere que haga cargo de los gastos de luz y agua y demás cosas. Para mí sería un respiro importante, porque no sé qué va a ser de mí. 
Ya no creo que pase por el quirófano. La columna va cada vez a peor, y no creo que que mejore por muchos pesos que pueda perder, ya sabes unos días va medio que otros días va medio tal y un tercero te cagas en la madre que lo parió. Perdona pero que no quería utilizar malas palabras. 

Pero todo esto me todo esto me provoca una duda enorme. Una duda que hasta que no hable con Ana, evidentemente no tendré respuesta, pero no es la misma zona. No pertenece a la lítera,y aunque sé que uno puede determinar donde y como quiere tener el médico de cabecera, no quisiera renunciar a Fermín por la distancia. 
Me da miedo que en el cambio todo vaya a peor. Porque no te estoy diciendo que le esté levantando de la cabeza, pero si vivió lo cierto que estoy haciendo cosas por ayudarlo, y aunque no quiero vivir, quiero ayudar a la gente y quiere ayudar a los animales que podamos, pero no podré hacerlo pagando el alquiler. Yo tampoco podría hacerlo si por el hecho de que la distancia ya no nos cubriera, dejásemos de tener la suerte de tener dos amigos que se preocupan de nosotros. 

Eso también me llevaba una tercera preocupación. Aunque yo no estoy bien y me duele mucho el alma, el maldito agujero es cada vez más profundo, no quiero ni por lo más sagrado tener que hacerle pasar a Manolo por por lo que tú y yo ya sabemos. 
Los otros no nos lo merecíamos, pero es menos. 
Ahora que está empezando a vivir la vida y ha encontrado un hombre que le quiere, no quiero ser yo ahora la carga de nadie y menos de alguien que necesita volar. 
Pero que le hago si no puedo llegar a fin de mes. 

Hablaré con Ana a ver que soluciones le podemos dar, porque yo ya no puedo gastar en menos, y ya no consigo que los números no dejen de bajar, ya sabes seguros, luz agua evi alquileres, y eso que yo casi todo el día me permanezco a oscuras en casa. Ya no trabajo de noche a no ser que sea con una tablet recargada. 
Prometí a Manolo que me mantendría un poco más fuerte por lo menos para el viaje, porque lo necesitamos amor. Y bueno pues fue comprado unos yogures más. 

Aurora le he hecho un regalo que espero no te moleste. Encontré tus recetas tu cuadernito amarillo, yo los habría que hacer con ello porque sabes que cocino de oído y el niño el niño ya no ha dado señales de vida, ni yo tampoco quiero agobiarlo, creo que no lo siento muy bien que le dijera que quería escribir sobre ti aunque si la cosa fuera un poco para adelante como debe, tal vez hagamos un pequeño cuento donde contemos a los niños y a las niñas, como una mujer valiente y decidida, consiguió vencerlo a todo menos a la muerte, aunque se llevó camiones enteros de amor. 
Ahí sí me aburro y me da por hacerlo puedo crear un personaje inspirado en ti, que ambos nos ayude a mí a  recordar, por si algún día el Alzheimer o algún ictus le da por sacudirme un poco más el melón, y a ti te ayudará a no ser alguien anónimo. Porque tú eres la Chary.

También he metido dentro de la caja donde va la libretita, que sé que eso a Aurora le va a hacer mucha ilusión, he puesto la amasadora de pan también, yo ya no no quiero tenerla cerca. Inclusive para el señor Álvarez y por mi gusto por puré por el puñetero puteo que le tengo, le he preparado el portátil que teníamos aquí en casa se lo he formateado por supuesto, y como sé que es un ser un tanto inútil con el tema de la informática le he vuelto a instalar el Windows porque sé que sería incapaz ni siquiera de arrancar el Linux. No sé hasta qué punto la hará ilusión, ojalá canta como a mí. 
Me pasarán los DNIs cuando puedan para ir a la notaría y cerrar ya el proceso de el testamento, porque no sé cómo quedaré económicamente después del viaje que vamos a darnos, que verás a Cancún no nos vamos a ir pero con el poco dinero que tenemos tampoco llegaremos mucho más allá de Jaca, luego seguiré ahorrando el poco dinero que que me ingresen y que pueda guardar mientras esté viviendo allí en el love de Manolo, pintaré. Te prometo que pintaré. Probablemente sean cosas muy dolorosas a principio y tal vez eso haga de mí una especie de artista sufrido. Las obras de arte de los artistas sufridos se venden bien. Y luego no sé qué ocurrirá. Yo no quiero envejecer sin ti, pero te promet que no lo dejaría sin luchar. Tal y como hiciste tú. Creo que es mi mejor manera de honrarte. 

Me dedicaré a la pintura y me dedicaré al dibujo y me dedicaré al carbón y me dedicaré hacer una eremita, encerrado entre mi propia paranoia y mi dolor de alma, hablando a través de mis lienzos y a través de mis papeles. Que espero que para eso si me dé al menos la paga. 

Y después pues si tengo suerte y allí ahí conexión por internet, Yaya Wi-Fi o haya una DSL o algo o fibra, tal vez consiga vender mis cuadros como lo hacía antiguamente, esta vez desde un punto de vista más profesional, y con un seudónimo que se irá introduciendo poco a poco, que para mí será mi evolución. Todas las grandes artistas de la vida han buscado seudónimos masculinos para poder salir hacia adelante, yo quiero hacer lo contrario. Quiero utilizarte a ti bajo el seudónimo que más me llena, me gustaría utilizar como nombre bichito grabado en cada uno de mis cuadros y de mis papeles. Bichito como nombre artístico. No me suena mal. Y tú siempre serás de bichito. 

Si todo esto funcionase, y de alguna manera considera salir de entre mis paranoias obras de arte que sirvan como inspiración y como como venta, entonces si la vida empezás a sonreírnos un poco más económicamente y habrá pasado tiempo suficiente como para demostrarte y demostrarme que la resiliencia es una palabra hermosa y dura pero no eterna. 

Entonces será el momento en el que salgamos de aquel love, y con lo que haya redes hayamos sacado réditos, entonces sí que nos daremos el último viaje, con un maravilloso homenaje. Bajaremos Andalucía y probaremos de nuevo el pescadito frito, juntos. Y si coincidiera que es febrero haríamos por ver juntos a nuestros poetas favoritos. Y pasearemos por la caleta, y eso sí nos comeremos un pulpo a la gallega como no hay un Dios. 

Y allí yo creo que ya es un bonito lugar, allí ya podemos tirar la manta al suelo, y terminar con un sueño maravilloso. 

Ojalá todo salga así ojalá todo salgase. 

Te amo mucho mucho mucho mucho mucho mi amor. Ni un solo día dejó de pensar en ti. Vivo pensando en volver a estar contigo. 

Hasta mañana mi amor.


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