Cuaderno de bitácora_ Mañanas de luz.

Hola amor mío. 

Hoy empiezo la conversación contigo, porque me apetece mucho acallar las voces de la vecindad, y sobre todo relajar mi cabeza. Que hoy llevo un día bueno de dolor de cabeza. (supongo que por falta de alimento). 

He querido tomarme la tarde tranquila porque esta mañana... bueno, siempre vas conmigo así que supongo que te diste cuenta de lo precioso que es, una bandada de golondrinas  parando a la vez a beber del mismo charquito. Y como levantaban el vuelo al paso de cualquier coche. Y mientras tú y yo nos quedamos en silencio, viéndolos durante un buen rato hasta que nos hicimos parte del decorado. 

También vimos ese de mar de trigo dorado, que en contraste con él cerúleo era algo digno de pararse a observar. 

Curiosamente desde que tuve mi momento duro de conversación contigo, y aunque sigo teniendo la misma idea en la cabeza, veo el mundo de otra forma. Ahora vamos tú y yo como las carpas, que en ocasiones se dejan llevar por la corriente, en otras remontan el río, siguiendo juntas el camino.

Desde aquella conversación, muchas cosas han cambiado y a la vez ninguna. Es curioso como puede ser el tiempo de implacable, o de silencioso. Es como ese edificio que hemos visto a medio construir en el medio de la nada, que ya forma parte de la propia naturaleza y ha dejado de ser, algo que hubiera servido para una función, a mimetizarse con el medio ambiente. Ya forma parte de la propia naturaleza que lo rodea. 



O como aquellas sillas que hemos visto esperando, quién sabe si a tiempos pasados o a tiempos mejores. 
Formaban un curioso trío. 
Yo las imaginé a la puerta de una casa una tarde de verano a la fresquita, con tres mujeres entradas en años hablando de sus cosas, y celebrandose el haber sobrevivido a una tarde más de calor tórrido. 
Hoy esas mujeres ya no están, y sus sillas nos miran con ojos impasibles y tristes, porque fueron creadas para cumplir una función, y  esa función ya ha terminado. 

A medio camino entre el limbo y el infierno. 



Me resultó curioso el saludo de aquel niño, desde su carrito llevado seguramente por su abuelo. 
Me saludó con cara triste. La misma que yo llevaba, y por más que lo intente no pude devolverle el saludo. 
No sé si pensó que yo era un ente que ya había pasado a otro plano terrenal, (a veces dicen que los niños pueden verlos). O tal vez el niño te vio a ti y te saludó. Espero que tú si  le hayas devuelto el saludo. 

Hoy el día ha sido un poco interesante y estresante a la vez. 
Interesante porque he cogido el mismo camino de siempre y se me antojaba distinto. Igual de ruidoso, igual de mal asfaltado, pero hoy no era igual. Supongo que era cosa de la luz. Hoy había una luz preciosa. Cosa rara en este lugar como bien sabes. 

He llegado hasta el final, y bueno... ya lo viste, a la vuelta ya no era ni persona. Y es imposible encontrar un banquito en una sombra en este secarral. 

He hecho acopio en el chino de aislantes de esos de pompas para el coche. Sigue en pie el plan que te dije. Pero compraremos el pienso para los perros en aquella tienda, donde comprábamos las pipetas para los perros te acuerdas? Allí en el polígono de Huesca. Ahí hay sacos grandes de pienso que supongo que estarán mejor de alimento, que lo que podamos comprar en cualquier gran superficie.

Y qué decepción! El receptáculo que he comprado para llevarte conmigo, me ha decepcionado por la poca cantidad que entra de ti. Es ridículo.

Ya has visto que he comprado otro, que me ha gustado incluso más. Supongo que tú también tienes algo que verr con eso.  
Tiene las  tres cosas que más me gustan, uno que es negro y sabes que me gusta mucho ponerme cosas negras, otro que simboliza una lágrima que sujeta un cristal. Una lágrima pero no de pena si no de recuerdo, que abraza un cristal morado como a ti te gusta. Y además se llamaba febrero qué es tiempo de carnaval. 
Es la lágrima de una oveja negra! 


No he querido mandarlo a grabar porque hubiera tardado varios días en llegar. Así me llega mañana directamente.


Hoy no hablaremos mucho mi amor, porque pienso que es mejor hacer cartas más pequeñas pero con más sentimiento y corazón. 

El lunes vienen a buscar tu silla para donarla a una persona de Huesca, y no he caído en decirle al hombre que el jueves tenía yo que ir a lo de las pruebas médicas .pero es muy temprano tengo que salir de aquí a las nueve, las obras del camino son cada vez más liosas, y yo la asociación esa no sé dónde estará ni tampoco quiero que me entretengan.

Pornada del mundo quiero llegar tarde, a una cita que llevamos esperando desde el 2019. 
También de esa manera la persona a la que vaya destinada la silla tendrá más tiempo para disfrutarla y para sonreír. Como tú cuando la ponías al seis y te escuchaba decir al pasar, Uiiiiiiiiiiiiiiiiiii.......... 

Y por lo demás no tengo mucho más que decir.

Tengo preparada la comida que teníamos en la alacena, para mandarla al Banco de alimentos, de paso que voy para Huesca y está en el polígono donde voy a comprar el pienso.

Y ya está almacenado todo lo que va a ir a adoración a la escuela de cocina, para los chavales sin posibilidades económicas.

Ya me han llamado para comentarme que está en esperas de una furgoneta, porque entre todo lo que hay que llevarse también se van a llevar el congelador. Ya lo tengo también descongelado y preparado.
 Quitando eso ya del medio me dedicaré en cuerpo y alma a reorganizar, transcribir lo de tus libritos de recetas y cuidados.

Intentaré hacer una cosa. A ver si podemos hacer como si fuera una edición hecha a mano.  En la que yo haré la ilustración, como de los libros de cocina de antaño. Sin explicaciones llevadas a lo exagerado, ni fotos preparadas como si fueran a salir en Instagram. Algo a mi altura y a la tuya. Y si tenemos tiempo pues a lo mejor encontramos a alguien que lo ponga en circulación, y lo que se saque lo donamos a alguna asociación de protección animal. 

Sabes que siempre he sido un soñador y que siempre he querido que se te recuerde, tan grande como eras. Desbordante de amor, y una grandísima y buena persona. Lo haremos de manera simple pero con buen gusto. Ahora miraré para comprar un plumín y tinta como antiguamente. Montaré un par de cámaras grabandome asiento el proceso, y lo iremos retransmitiendo poco a poco en este cuaderno de bitácora. 

Quién sabe! A lo mejor encontramos a alguien que nos ayuda a difundirlo, y podemos apadrinar a un montón de perretes, que están esperando a una familia que los quiera. A mí me haría muy feliz dejar como legado algo que genera amor y empatía. Y bueno si el cuerpo me aguanta y tengo tiempo suficiente, puede quedar algo muy bonito.

Vaya no quería hacer una carta larga, pero siempre tengo cosas que contarte (aunque estando a mi lado las vives igual que yo). Pero siempre nos ha gustado un poco de tertulia. Verdad? 

Mañana te contaré algo más ya estoy cansado y aunque solo son las 8 me voy a tomar las pastillas de dormir ya. Cada vez duermo menos, y ya  he dejado de soñar. 

Te quiero amor mío. Mañana echamos otro ratito.

Entradas populares de este blog

he decidido irme.

no es cuando yo me vaya. es. que ya me he ido._ cuaderno de bitácora

cuaderno de bitácora. lunes catorce de abril.