juro que tengo ganas de matar a mis vecinos de arriba_cuaderno de bitácora
Voy a cambiar el plan del discurso.
Empezado a escribirte como si fuera otra persona la que estuviera hablando. Me niego a dejarme llevar por mis propias neurosis.
Actualmente tal vez sea por el tema del sueño o el calor, o el martilleos repetitivo de ese pequeño tirano neurótico, hiperactivo y dañino que se ha criado aquí arriba. Cada vez aguanto menos esos gritos, ese continuo tirar cosas, golpear, discutir.
He llegado a tener sentimientos bastante primitivos, para poder acallar esa maldita, y continua fuente de molestia. Sé que estoy más afectado por la fecha que es, y porque mañana hace tres meses que te perdí. Sabes también que el calor es algo que me pone insoportable. Y llego a perder los papeles cuando intento buscar algo que me calme, y por el contrario agiliza o acrecenta más esa maldita sensación que tengo de querer matar a todo el mundo. De meter fuego a todo. Y de meterme luego yo entre las llamas.
Pero es que tampoco puedo pasarme todo el día drogado. Utilizo el lorazepam y en ocasiones hasta me ocasiono sueños a lo largo del día me bajó tanto la actividad, que mi cuerpo ha ralentizado tanto su metabolismo que ya ni siquiera pierdo peso.
También estoy bastante deshidratado, justamente a consecuencia de que como no tengo un horario establecido, porque necesito aislar mi cabeza de los ruidos de ese maldito bum bum bum bum continuo, que veo que mi cuerpo está reaccionando de una manera difícil. Me adormece curiosamente cuando estoy necesitado de tener algo de atención, y por el contrario tengo unos cambios de humor y una ira explosiva, que sinceramente a veces creo que voy a perder un poco más los papeles.
Por eso ayer te estaba escribiendo a las 3 de la mañana.
Por eso hoy se me venía a la cabeza la necesidad de salir a la calle a caminar a las dos y pico de la tarde! Toda una locura cuando realmente tengo un cuerpo tan deshidratado. Podría haberme dado un golpe de calor directo y haberme quedado ahí sentado en cualquier parque. Y estaba luchando mentalmente con esa sensación, y mi alteración nerviosa me decía ve! Sal! Camina al sol hasta que caigas muerto. Y todo porque ese maldito tirano llevaba desde las ocho de la mañana, reactivando mi mala hostia.
Y entiéndeme. Yo no siempre quiero tener los cascos puestos con música para no escuchar, a esa familia desastrosa. Iba a decir otra cosa incluido algunas palabrotas pero me contengo.
Lo que hago es que me pongo tapones en los oídos, pero tiene un sonido tan hijo de la... Que penetra a través de los tapones de los oídos y me pone nervioso. Nervioso diría más bien histérico.
Es horrible!
Vale que tengo ganas de morirme. Vale que me estoy preparando para ello. Pero también tener que pasar por todo este suplicio, de continuas carreras, de golpes, de gritos, de discusiones entre la madre y el niño. Esto es una maldita tortura. Y lo peor es que cuando ya no puedo más es cuando arranca el c...
Y encima supongo que tendrán vacaciones los padres y están queriendo ser el putón centro de atención todo el rato. Qué necesidad tengo yo de aguantar a los hijos de nadie! Por qué cojones hemos tenido tan mala suerte siempre con los vecinos!
Esto me recuerda a una vez que tuvimos también un ataque de crisis importante cuando vivíamos en la casa ponzoñosa, en la que era el silencio y el aislamiento de la que zarandeaba mi cerebro, que llegué a pedir vivir en un lugar donde salgas a la calle y haya niños jugando. Que haya niños corriendo divirtiéndose que miremos por la ventana y podamos ver vida en movimiento. Y el destino, o el karma, que es tan graciosillo y tan cabroncete por no llamarle cosas mucho peores, me ha regalado trescientas tazas más de café.
A veces me parece estar viviendo en una especie de cuento de Hans Christian andersen, y estoy rodeado de niños por todos lados y solo hay uno coño! Y ya pueden ser las cuatro de la mañana que he estado en la mierda del llanto. Viene de la calle a las 11 de la mañana y está con la mierda del llanto. No quiere comer o acaba de comer y está con la mierda del llanto. y si no le da por correr el pasillo como si se tratara de una maratón vida a muerte, o a dedicarse a golpearlo todo con la mayor saña y la más mala leche del mundo.
Pero yo soy incapaz de subir ahí arriba a decirles por favor maten a su hijo. Entiendo que son cosas de niños y que son malos padres. No porque no sepan educar a su hijo si no porque pasan olímpicamente de él cuando es dañino incluso para ellos. Esos gritos de esa madre. Ese tirar cosas. Ese seguirle el cuento como si fuera una burla el llanto que tiene para llamar la atención.
Y luego el loco soy yo.
Perdón mi amor. Perdón por esta maldita carta que te estoy escribiendo hoy. Pero tengo tanta ansiedad dentro con lo que tengo, con lo que viene, con las fechas que van a venir, con la mierda del calor, y con la puñetera desesperación que me baja de ahí arriba, creería que escribirte esta carta única y exclusivamente para poder soltar la misma mala hostia, que ayer utilicé para romper el cuadro. Porque me fui a pintar para intentar sacarme de la cabeza ese maldito bastardo. Y el ruido me seguía y las carreras continuaban y yo ya no podía más.
Intenté sacar mi cabeza de ahí pero estaba en plena guerra, y el cuadro fue el daño colateral.
Te escribo ya aunque sé que son las 6 las 7:30, porque te digo el que me voy a tomar ahora mismo dos lorazepanes de cinco miligramos, me voy a tomar el lormetazepam. Me voy a cascar un vaso de ron. Y puede que estame en meta alguna dormidina. Y te juro por lo más sagrado que pueda tener en el corazón que me importa tres cojones si mañana no amanezco.
No puedo más! Y sigue con los gritos. Pero no les puedo decir nada porque encima respetan el horario los cabrones. Salvo la mierda del niño cuando le da por llorar a las cuatro de la mañana.
Necesito desconectar. Llevo todo el día sin encender el móvil. Todo el día tirado aquí viendo vídeos de YouTube con cosas intransigentes que no tengan interés. He arreglado como sabes la faja para la columna. Porque ya el velcro que tenía era de mierda, y aproveche que como me he quedado con tu cajita de hilos y la de las agujas, también encontré que tenías envuelto papelito el velcro bien dobladito, y me he puesto a coserlo con música clásica a lo que daba esto para poder relajar un poco la cabeza.
Pero mirame! Aquí estoy hecho un manojo de nervios llorando como un loco, con esta ansiedad que me aprieta el cuello, y ese maldito altavoz ahí dando por culo.
Es horrible pero he llegado a desear la muerte de un niño. Cuando lo que verdaderamente debería de ocurrir es que muriera yo. Y así se callaría de una puta vez esa mierda de voz.
Mañana te hablaré de otra manera porque hoy estoy muy alterado cariño mío. No me lo tengas en cuenta. Voy a meterme todo nos tranquilizantes y a intentar aislarme con los tapones y a ver a ver.
Te quiero vida mía te quiero mucho. De verdad que si conoces a alguien por ahí que pueda venir a acabar con mi sufrimiento, o alguna manera para que mi cabeza se calle de una puta vez, mándamelo. Por favor te lo pido.