reflexión
No vivo en un lugar con una historia alegre. Ni siquiera se le puede llamar historia. Y además este aire a muerte que nos rodea siempre. Esos cientos de camiones de muerte agonía que cruzan siempre por delante de mí. Esos ojos de esos animales que saben que van a morir y se posan delante en los tuyos. Al tiempo que espera para poder cruzar. Veo su miedo. Su súplica. Su falta de entendimiento. Intento transmitirlas con mi mirada tranquilidad, y decirles que después de esto hay un mundo nuevo y mejor. Pero no me da tiempo a poder conversar a poder conversar porque el camión pasa y se los lleva dentro. Qualita fábrica de los horrores que esconde in tapa los gritos y el sufrimiento y el nerviosismo y y el miedo. Miedo que ellos siento cada vez que me cruzo con un camión, lo que pasó por las puertas del centro. Me imagino ríos de sangre por debajo de sus suelos. Y el sentido inhumano de la pérdida de la humanidad y del raciocinio animal. Que se refleja en los ojos de quienes van ...